jueves, 29 de agosto de 2013

Ventura




No llevo paraguas ni tampoco soy inglés, que me guste la puntualidad o lo puntual es otra cosa.

Del desacato se ha dicho poco, mas de la inocencia se habla mucho. Si ves bien, nadie es inocente porque todos desacatan. Nadie hace lo que quiere, porque da miedo.

Ventura es el segundo de cuatro hermanos de tez ceniciento, fuma cigarros baratos, lleva sombrero de fieltro. No sé si sabe escribir ni mucho menos sé si lee. Es el segundo después de Manuel (que también lleva sombrero) debe haber nacido como en 1910 aproximadamente. Le sigue el otro de quien no sé el nombre; luego está Antonia, todos hijos de La Elena.

Elena hace un arroz amarillo exquisito, usa solo implementos de barro en su cocina; el comal es inmenso a fuego de leña. Tiene un reloj de pared que suena igual.

Manuel trabaja la carpintería. Hace finos trabajos en madera. El otro murió joven por una descarga de dinamita, en el paso entre Lourdes y Colón. La Toñita, aparte de comprarle los zapatos a los niños cuidaba a una gringuita en Sherman Oaks quien después se hizo hippie.

Ventura no es abuelo, llega a ver a los niños al tiempo; dice que son huele pega. Ellos que son inquietos lo entienden, solo lo ven; ya están grandes.

 Toñita tuvo un stroke, cuando lo ve llora y ríe al mismo tiempo, le guarda la foto. Los niños la quieren pero ella más a ellos, siempre es así.

Ventura regresa una vez más, el sombrero es el mismo, curtido por el humo y el tiempo. Le sirven un arroz que no le gusta y cómo si no es amarillo.

Pide que lo lleven a su casa, pasan por donde antes había cafetales. Coloca su índice sobre su boca como si quisiera agregar algo más; no lo dice. Llegan a su destino. Ventura no habla, lo ha dicho todo, tan solo pone su mano sobre la copa del sombrero. Es la última vez.





jueves, 22 de agosto de 2013

Chirajo, una breve historia sin contar




Habrá que empezar por decir que vengo de un lugar donde se usa mucho las palabras con 'ch', como por ejemplo 'chera(o)' que significa amiga(o), ó chichicaste que es una planta. En fín, no se trata aquí de todas las palabras con ch que se puedan encontrar, no terminamos hoy.

Conocí a Chirajo en 1975. Pero primero habrá que explicar qué es chirajo; chirajo es una palabra del lugar, que denota ó significa arapo, es deir un trapo, algo que ya está sucio o que ha tenido mucho uso; eso es chirajo.

Entonces fuí contemporáneo de Chirajo y de su hermano Casadey, de quienes no recuerdo sus nombres ó más bien solo los conocí por sus apodos. Pero he de explicar también sobre Casadey; Casadey fue un jugador de fútbol argentino que llegó a jugar a uno de los 'clubes más importantes' del país. De allí el sobrenombre.

Con estos hermanos fuí compañero de escuela tres años. Estaban en séptimo cuando yo en sexto y vivían de 200 a 300 metros de mi casa.

Casadey era el más llevadero, el más chero y Chirajo no, era bastante reservado de apariencia desgarbado y quien al parecer era objeto de bromas por parte de sus compañeros. Con los años se fueron a estudiar a Santa Tecla, una ciudad contigua a la capital que hoy dicen es el mismo centro.

Pasó el tiempo y llegaron los años ochenta, una de las épocas más oscuras para un joven ó quizás, más afortunado dependiendo desde donde puedes contar la historia.

Así que a finales de 1981 sus padres hicieron un esfuerzo adicional para sacar a sus dos hijos del país. Las condiciones eran deplorables, autobuses cuyos asientos eran nada más que la lata y sin ventanas por las quemas. Bombas y principalmente desapariciones a la orden del día. Que cuando uno vive con eso en el día a día se acostumbra, es decir convivís con el miedo que da igual. Algo asi como que el que ha sido soldado, deja de serlo pero sigue corriendo como soldado.

Pues bien, sus padres planean el viaje, compran los boletos de avión, todo listo y, justamente un día antes salen los dos hermanos a celebrar con los vecinos. Entre ellos un subtenientío que vivía en la misma cuadra, que portaba arma cuando andaba fuera de servivio y a quien al calor de la celebración se le fué un tiro.

Al día siguiente sólo Casadey pudo salir del país. Chirajo, su hermano, una breve historia sin contar.




martes, 20 de agosto de 2013

Suerte ó experiencia, tú escoges




 Tiene suerte dicen los terceros, tan sólo es cuestión de suerte dicen los otros.

La experiencia por su parte es otra cosa, algunos dicen que es comprada; a saber. Me da la impresión que la experiencia es intangible. Nadie sabe que la tiene hasta que es puesta a prueba. Por ejemplo hay hombres que una mujer con experiencia es capaz de monitorearles su ritmo respiratorio; imaginate que poder. Mientras que el hombre ciego de los lados no, porque carece (no todos por supuesto) de la capacidad de ver de soslayo. Su ángulo visual es demasiado rectilíneo.

Pero por suerte, aún no he alcanzado a comprender la psique femenina. Esto ha de deberse a mi falta de experiencia en ese campo. Lo que sí te puedo contar hoy, es la experiencia que tuve hace un par de días la cual por suerte es favorable.

Así que me dirigía hacia mi trabajo temprano, para estar a buena hora. Iba bajando aunque yo quisiera pensar que voy subiendo; cuando el que conduce lo hacía con todo el respeto que las leyes de tráfico ameritan, cuando de súbito el carro que llevaba a la derecha hizo una maniobra inesperada, de manera abrupta, propia de alguien que podría decirse sin experiencia. Afortunadamente lo ví (el carro) justamente a escasos cinco centímetros de distancia por lo cual ambos nos ahorramos el malestar de impedirle el derecho de libre tránsito a los demás, si ambos nos hubiésemos accidentado.

Más adelante y más bien por curiosidad que por otra cosa, alcancé al susodicho que no era tal sino que susodicha. Dos señoras de la tercera edad que continuaban con lo que parecía ser una amena plática, completamente absortas de lo que sucedía alrededor.

Y el más reciente acto de la fortuna ó la suerte si lo prefieres fue el domingo. Ese día llovió como se debe, y generalmente no tomo el freeway que son vías de acceso rápido; y no lo hago precisamente por mi costumbre de evitar el tráfico. Pero ese día lo hice y ya al salirme hay una curva pronunciada, antes de tomar la calle regular sobre la cuál y por las condiciones climáticas estaba lisa. Así que el carro del que conduce derrapó, primero hacia el centro de la calle, luego quizo controlarlo y viró sin control en dirección del muro de contención. Parecía que de un momento a otro el vuelco no se haría esperar porque a continuación se vió envuelto en un giro de 180° sobre su eje, que por suerte no venía carro en esa dirección. porque entonces un tercero podría decir que qué mala suerte.

Entonces, por experiencia, tomar nota: el agua y el aceite no se mezclan.